¿Quién va a pensar en moral y en ética cuando se tiene la
apremiante necesidad de alimentarse a sí mismo y a la familia? Esas difíciles
teorías se las dejamos a Kant y sus amigos, eruditos de siglos pasados, porque
a lo que a nuestro pueblo concierne, las necesidades primarias se denominan así
porque van antes de cualquier tipo de reflexión o estudio, son simples
requerimientos físicos que no dan espera y nos pueden llevar en determinado
punto a actuar de forma reprochable.
Afortunados aquellos pensadores que podían pasar meses e
incluso años en casas de retiro preguntándose por el sentido de la vida, por el
ser y el no-ser, por todas aquellas cuestiones inalcanzables para las mentes de
la mayoría, y aunque no hay que negar que algunos de esos personajes son los
más eminentes de la historia, ellos se lo deben en gran parte a la condición
privilegiada de la que gozaron toda su vida.
Ahora bien, ¿se le pueden exigir tales brillanteces
intelectuales a una persona de a pie? Claramente no. No se puede negar que uno
siempre puede llevarse la sorpresa de encontrar mentes prodigiosas en lugares
donde la esperanza de hallarlas es mínima, pero esas son excepciones muy
escasas. La necesidad es urgente, la madre cabeza de hogar que pueda ver un
poco más allá de sus narices no dudará mucho en enrolar a su hijo en las
fuerzas armadas o en la policía nacional para así evitarse la decepción de
tener que cargar en un futuro con un delincuente o drogadicto. Ella sabe que no
pasará mucho tiempo para que su criatura tome tales pasos, así que la fuerza
pública parece la solución adecuada.
Al igual que la madre cabeza de hogar de aquel pobre
barrio, la mayoría de las personas actuamos movidos por la mera necesidad, nos
vendemos como mercancía inerte a las estructuras de poder (el aparato estatal y
las empresas privadas) y olvidamos cualquier tipo de idealismo que alguna vez
haya pasado por nuestra cabeza. Hace años mis viejos se vendieron, ayer un
amigo me contó que se vendió, seguro mañana yo me venderé. La mayoría de gente
que se vende empieza a sentirse satisfecha cuando ve que su sacrificio es
compensado con ascensos, honores o retribuciones extras, las cuales seguramente
utilizará para endeudarse y así, ayudar a que se enriquezcan las avaras
corporaciones que nos dominan a punta de créditos y ofertas tramposas.
Poder público y poder privado viven unidos en perniciosa
alianza, han coexistido por décadas puesto que los intereses de quienes
representan tales poderes no son muy diferentes unos de otros, cuando en efecto
deberían serlo. Ninguno de los dos es benévolo, tan sólo tienen consigo una
serie de facultades y prerrogativas que les permiten reglar y dominar la vida
de los hombres, de esa manera mantienen al individuo promedio en una especie de
feliz prisión, en la que este se ve obligado a desenvolverse durante toda su
vida porque confía en que quienes administran y vigilan lo hacen por amor al
prójimo o porque hicieron méritos para ello.
Así pues, la Necesidad aparece como la materia prima que
los poderes público y privado usan para dominar a la población y sostener el
Sistema. Antes de terminar, unos ejemplos:
1.
En
un país maleducado e inculto, el crimen es el pan de cada día, lo que lleva a
las autoridades y a la misma comunidad a pensar que la Necesidad urgente es
aplicar más fuerza para reprimir a quienes alteran el orden público.
2.
Cada
cuatro años, hombres de la más alta alcurnia aseguran que si los elegimos,
tendremos el más prometedor de los futuros, y con la Necesidad rebosante del
pueblo, estos personajes toman incautos a sus electores y se hacen a un rentabilísimo
negocio: la Política.1.
3.
La
persona que por fin; luego de casi 20 años de estudios, consigue un trabajo y
un salario decente, es abordada de inmediato por empresas de todo tipo para que
consuma, consuma y no deje de consumir. Si no tiene dinero, no importa, se le
ofrece todo tipo de formas de pago para que viva endeudado el resto de su vida.
Pero recuerde: la Necesidad (creada por las mismas empresas y auspiciada por
los medios) de atiborrarse de objetos y así poder lograr buenas impresiones en
sus frívolas amistades, es ahora la Más Importante, ¡No importa si usted es un
idiota!